Si la
semana pasada despertó elogios el festejo del jugador de la Roma Alessandro
Florenzi, cuando fue hasta la tribuna para abrazar a su abuelita así después lo amonestarán, pasamos de la ternura a la euforia
total, en la tercera división del fútbol alemán.
Dynamo
Dresden y Chemnitzer FC protagonizaron uno de los clásicos más apasionantes de
esta categoría. No importa el nivel, la pasión que genera es única. Más de 30
mil aficionados apostados en las tribunas gozaron con este partido, definido al
minuto 87 con un buen remate de cabeza por parte de Sylvano Comvalius.
Locura
total en su festejo, despojándose de su camiseta y con el torso descubierto se
metió en la tribuna, confundiéndose entre los aficionados como un barrista más,
feliz por la victoria. Cuando se incorporó al campo de juego, el árbitro lo
expulsó.
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